Cuando llegamos a un restaurante de comida italiana y le
damos una ojeada a la carta, podemos hallar variedad de platos para degustar;
desde Espaguetis a lo Alfredo, Tortellinis, Capeletis, sopas, vinos y hasta
deliciosos postres para cerrar con broche de oro ese almuerzo o cena.
Y si ya hemos elegido la marca y modelo
de nuestro futuro automóvil, entonces el vendedor querrá que usted defina el
color. Así lo conducirá a una carta de colores donde en total libertad elegirá
el color que más le gusta.
¿Sucede igual con la propuesta editorial
para su libro?
Claro que no; dado que el editor o
gerente de ventas solo le otorgarán un menú limitado de regalías a elegir.
Les contaré el caso.
Como saben la crisis europea hace hoy que
las editoriales cacen escritores vía Internet. ¿Para qué arriesgar si lo
tenemos a la vista? El libro se vende. Tiene demanda. ¿Por qué no ofrecerle a
ese escritor un menú limitado y hacer dinero fácil con su obra?
Mi amigo al que llamaremos “Ricardo buen
corazón” (RBC) tiene hoy en Amazon su novela de ficción policial con muy buenos
comentarios de lectores. En seis meses de arduo trabajo en las redes sociales ha
logrado hacerse de un buen lugar entre los 100 mejores. Hace una semana una
editorial de Suecia lo contactó con doble propósito: traducir su novela e
igualmente llevarla a las librerías de ese país.
Malmö, Suecia
Hasta allí todo bien. Fue el propio
editor y dueño quien lo contactó. La primera carta le mostraba la fuerte
intensión de hacer realidad todo ello. RBC le contestó que apreciaba que lo
eligieran y ciertamente le parecía muy buena idea, pero requería más
información, dado que en la primera carta le mencionaba que ellos le otorgarían
una cantidad de euros por los derechos de traducción, fue que RBC solicitó
conocer esa cifra y además el porcentaje de regalías.
La respuesta desde Suecia llegó de
inmediato, le entregarían 500 euros como derechos de traducción y estarían
dispuestos a darle entre el 7 y el 10% de regalías por su novela.
¿Si usted fuera RBC elegiría el 7 o el
10?
Ciertamente usted elige el 10% ni tonto
que usted fuese para querer ganar el 7, 8 o 9, cuando existe esa opción del 10%
Bien, esta es la trampa que en
negociación denominamos: del menú
limitado. Desde hace mucho tiempo la utilizan profesionalmente las
editoriales para atrapar escritores novatos o que simplemente no poseen
experiencia negociadora.
Mi amigo les respondió que estaría muy
animado en ese 10% Quiero hacerles conocer que la editorial nunca mencionó el
tiraje, formato de impresión, publicidad y lugares de distribución, etc.
Simplemente lanzaron el anzuelo y RBC: lo mordió.
Recién después de aceptar prácticamente
ese 10% fue que RBC me solicitó algunos consejos. Es decir, después que el
pollo se quemó en el horno.
Le respondí. Falta aquí mucha información
que es un elemento importante en negociación. Pero aun así yo hubiese
solicitado el 15% e iniciaría un proceso de negociación para mantener esa cifra
o en su defecto ceder algo, pero no todo. Nunca piense que es imposible llegar
a obtener ese porcentaje. Todo se puede negociar.
¿Ahora le pregunto a usted?
Si una editorial le dice que quiere hacer
de su novela un tiraje de solo 2,000 ejemplares en formato libro de bolsillo y
que por ese motivo solo puede ofrecerle el 3% ¿Usted acepta? ¿Usted les cree?
Pues le diré, muchos lo aceptan, dado que
el escritor tiene su “Talón de Aquiles”. La mayoría sigue pensando que para ser
considerado un verdadero escritor debe ir representado por una editorial,
aunque sea la pequeñita de todas.
Se ha preguntado alguna vez: ¿de dónde
diablos han salido esas cifras? Pues son cifras “internacionales” que le dan ganancias
a la editorial. Son cifras que resultan pensando en el futuro de la editorial
que exigen que usted como escritor se adapte a ellas, pues de lo contrario, no
firmarán contrato con usted.
Y si alguien me dice por allí: “pobrecitas
las editoriales” nos hacen publicidad. Yo le diría que no sea tonto pues con la
crisis europea nadie gasta en publicidad. Hoy ese porcentaje se ha reducido
para incrementar las ganancias editoriales dado el bajo volumen de venta de
libros. ¿Y por qué esa diferencia no se la dan a usted? La razón es simple:
usted no la quiere negociar o ignora como hacerlo.
Ahora le diré, toda cifra en una
negociación se puede ampliar o reducir según sea el caso. En mi libro “Buscamos escritores” (Kindle-Amazon) le enseño varias formas de negociar con la editorial y obtener
beneficios reales para usted.
Usted puede ampliar el porcentaje de
regalías, el adelanto. Reducir el tiempo de pago. Ampliar el número de
ejemplares a imprimir en esa primera edición. Aumentar el número de ejemplares
gratuitos que recibirá, etc.
El editor siempre querrá que usted lo
decida todo de la noche a la mañana, para conveniencia de ellos. Pero: ¿piense
en sus necesidades? Usted tiene necesidades: una nueva computadora para
escribir su próxima novela. Automóvil descapotable. Un viaje a París por 15
días. Un regalo para sus padres. El pago de impuestos.
Tenemos tantas necesidades, que bien
merecen que ese contrato pueda cubrirlas. En “Buscamos escritores” descubrirá
como hacerlo y mucho más.
Nos
leemos y que siga la inspiración para su próximo Best-Seller.
Los
invito a seguirme en: